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El cultivo hidropónico llega a los viveros. PLANASA

Frente a los problemas de desinfección de suelos y de recursos hídricos, el cultivo hidropónico parece abrirse hueco entre los viveros. En Planasa encontramos un claro ejemplo de ello.

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El cultivo en hidropónico es ya habitual en bajura, pero no lo es tanto en altura. De hecho, aún son pocas las hectáreas que encontramos bajo este sistema de producción al recorrer la zona de viveros de Castilla y León. Con Juan Manuel Navarro, director de Operaciones agrícolas España de Planasa y Luis Garcés, Director Corporativo Operaciones Agrícolas, recorremos algunas de las fincas donde la compañía desarrolla la multiplicación de variedades de fresa, y nos detallan las ventajas del hidropónico: “Tenemos muy limitado el uso de fitofármacos para combatir las enfermedades de suelo, al igual que los recursos hídricos también son escasos… El hidropónico nos permite hacer frente a esos problemas con garantías, aunque como todo proceso de modernización, conlleva asumir importantes costes”, nos detalla Navarro.
En cuanto a la distribución varietal del vivero, destacan por volumen sus propias variedades, Sabrina y Candonga, seguidas de Primoris, Rábida y Rociera, de FNM. “Nunca verás en una misma parcela dos variedades distintas, pues cada una de ellas exige un manejo diferenciado, tanto en riegos como en posibles tratamientos. Hay que tener muy delimitados los espacios si queremos llevar a cabo una buena gestión del vivero y de la planta”, puntualizan los técnicos.

Variedades propias
Sabrina y Candonga siguen siendo las principales plantas que encontramos en este vivero, con una demanda en crecimiento no tanto en nuestro país, pero sí fuera de nuestras fronteras. “Sabrina es una apuesta segura para los que buscan precocidad”, añade Navarro, quien nos confirma que el desarrollo del vivero está siendo correcto, quizás un poco adelantado, pero con unas condiciones de sanidad inmejorables.
Planasa también lleva a cabo la multiplicación de las plantas de frambuesa Lupita y Adelita. Esta última un auténtico éxito y revolución en bajura, no sólo por las características de la propia fruta, sino porque han desarrollado todo un programa en torno a esta variedad que está cosechando grandes éxito: el Club Adelita.
Este mismo enfoque quieren trasladarlo al cultivo de la mora y el arándano. En los próximos años estarán en disposición de ofrecer variedades propias al sector, y lo harán a través de Clubs, como una garantía de protección hacia la propia variedad y hacia las empresas productoras y comercializadoras que apuesten por ellas.

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