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Adaptabilidad y resistencias caracterizan las variedades de Bejo

La multinacional presenta nuevas variedades de cebolla para el ciclo de invierno, con resistencia a Mildium, como Carina, a la vez que desarrolla material mejorado para el ciclo precoz, ayudando con su oferta, un año más, al éxito de la campaña.

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as variedades de cebollas de Bejo, seleccionadas e introducidas en el mercado a lo largo de dos décadas, han contribuido a arrojar unos resultados positivos en las últimas campañas. La innovación permanente ha sido esencial para traducir las demandas del mercado en variedades que ofrecen un evidente valor añadido a toda la cadena alimentaria. Entre las propiedades de sus híbridos, Bejo ha logrado desarrollar variedades que muestran una excelente adaptabilidad a las zonas de cultivo, lo que favorece el desarrollo vegetativo, resistencias a las enfermedades de la zona y un mayor rendimiento productivo. Además, las resistencias y un periodo de dormancia más largo, aumentan la vida post cosecha del bulbo.

Hace veinte años sólo se utilizaban semillas híbridas o de alta selección en la cosecha precoz de los meses de marzo y abril. El resto del año se cubría con variedades menos seleccionadas y con ello se limitaban las expectativas comerciales. Pero hoy en día, la oferta de híbridos de Bejo se expande durante todo el año.

“En el ciclo más precoz del año agrícola, trabajamos con microbulbos de cebolla. Se siembran desde mitad de agosto y la recolección se realiza desde mediados de octubre hasta los primeros días de enero”, comenta Pedro María Jurado, técnico de cebollas de Bejo. Estas cebollas precoces, y la tipo Japonesa precoz, se comercializan en manojos, y dependiendo de la meteorología en ocasiones alcanzan la madurez para su venta en bulbo seco. Virgin Nube, Santamaría, Alison, Basic y Red Nice son las principales variedades.

En esta línea, Bejo centra su investigación en el tipo Japonesa para cultivo con siembra directa y trasplante, pero hasta ahora sólo cuenta con Makalu, que se recolecta habitualmente desde mediados de abril.

Para el cultivo de invierno, Bejo dispone de variedades que se siembran en septiembre en las zonas del interior y son cosechadas desde finales de mayo hasta primeros de julio. “Se caracterizan por su resistencia a las condiciones invernales (larga parada invernal, baja luminosidad y temperatura) y resistencia al espigado”, explica Jurado. La gama de variedades de invierno de Bejo dispone de Sibir, Olympic y Bridger en piel amarilla, y Electric y Red Spring en piel roja. Estas mismas variedades pueden cultivarse con microbulbos, permitiendo una siembra más tardía, a finales de octubre, y una recolección más precoz.

Como novedad, la firma presenta en el ciclo de invierno Bridger, que es algo más tardía que Olympic; Pirate, adecuada para la producción de cebollas dulces precoces del tipo Granex o sweet Vidalia; y para conservación, Carina, de ciclo parecido a Citation y con resistencia a mildium.

 

 Resistencias

Las resistencias en variedades es una exigencia del sector, dada la progresiva desaparición de muchas materias activas. Desde sus inicios en el mercado español, Bejo ha tenido como objetivo la lucha contra la Raíz Rosada y el Fusarium, que son las enfermedades más comunes de las zonas climáticas que presentan un verano muy seco y caluroso. Además, lleva a cabo investigaciones para combatir el Trip, pues no sólo causa daños en la vegetación, sino que favorece la entrada de otras enfermedades como Mildium y Botritys.

En los últimos años, Bejo dirige las líneas de investigación en nuestro país hacia la búsqueda de variedades con resistencia a Mildium, Peronospora destructor. Los frutos los encontramos en las variedades Sahara y Carina, obtenidas para España y Portugal.w

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