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Año de contrastes. CEBOLLA Y AJO

El sector de la cebolla y el ajo vive su campaña entre luces y sombras. La cebolla compensa la sobreproducción de este año con salidas a nuevos mercados exteriores, mientras el ajo mantiene el equilibrio respecto a ejercicios anteriores sin perder de vista la amenaza de la competencia china.

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CEBOLLA

De elevados picos de precios con cifras de récord (de hasta 65 euros/100 kg para la cebolla almacenada) a un hundimiento severo a partir de julio de 2019. La tónica de la campaña es la búsqueda constante de soluciones.
La sobreproducción europea y el buen rendimiento español colapsaron el mercado, provocando una caída «estrepitosa» de los precios, algo que no ocurría desde hace cuatro temporadas. Ante esta situación, algunos productores buscan soluciones en nuevos mercados de exportación. Según afirma Luis Fernando Rubio, director de la Asociación Nacional Anpca y de Procecam, «mientras en 2018 la ola de calor dejaba sin producto al resto de Europa en contraste con los buenos resultados españoles, en 2019 la buena producción fue generalizada, lo que provocó esa superproducción y baja demanda pese a la alta calidad del producto».
Otro de los aspectos que mantiene atento al sector es la calidad de la cebolla almacenada. «Se guardó con mucha calidad, pero tendremos que estar pendientes de la climatología. Un tiempo excesivamente templado puede desmejorar el producto», opina Alfonso Tarazona, presidente de la Asociación Española de Cosecheros y Exportadores de Cebolla (ACEC).

Soluciones
La adaptación a las necesidades del cliente y la apertura a otros mercados son los objetivos planteados y a seguir para afrontar la situación actual.
1. Replanteamiento. Hay que adaptar la producción a la demanda internacional, que exige un calibre más medio (entre 60 y 80 milímetros de diámetro) que alto (90 o más milímetros). Actualmente, la tendencia del sector es producir este último, al ser el que más salida tiene en el mercado español. «Conviene equilibrar la balanza y llegar de igual modo a todos», asevera Luis Fernando Rubio.

2. Exportación a terceros. España exportó un total de 311.027 Tn de cebolla hasta septiembre de 2019. Entre los primeros receptores están Alemania (82.083 Tn), Reino Unido (85.606 Tn), Francia (34.209 Tn), Portugal (25.669 Tn) y Países Bajos (17.660 Tn), que escogen el producto español por calidad, seguridad alimentaria y proximidad. «Abrirse a nuevos mercados es la salida», asegura Tarazona. Entre ellos India, que pese a ser una gran potencia, no pasa por su mejor momento. Las lluvias excesivas han provocado una gran crisis social que ha posibilitado la entrada de España por primera vez en este país asiático y, consecuentemente, una oportunidad al excedente de producción española. Asimismo, nuevos destinos están en el objetivo del mercado español. Países terceros como los de África occidental, o incluso Brasil, dándose también un aumento significativo de las exportaciones a países árabes como Emiratos Árabes Unidos, se suman a Bangladesh, Indonesia y Malasia, mercados tradicionales de la India que, al no poder ser abastecidos por este, se abren a la entrada de otros orígenes.

Innovación
Elaborada en Andalucía, la cebolla negra, que se trabaja mediante un procedimiento diferente al del ajo negro, se está empezando a comercializar con buena aceptación. Se somete a un proceso de desecación con unas condiciones especiales de temperatura y humedad. Esta fermentación especial genera diferencias en el olor, sabor, color y en que no provoca irritación ocular. Además, es más digestiva, tiene componentes analgésicos, otros que intervienen en los procesos de construcción de nuevos tejidos o que favorecen la acción cardiovascular y la función antiséptica.

 

AJO

Las elevadas cotizaciones de campañas anteriores no se han recuperado, pero el sector está contento. En total, España exportó 139.755 Tn de ajo -en cifras de septiembre de 2019-, entrando en Alemania 15.045 Tn, en Italia 14.446 Tn, en Francia 11.178 Tn y en Reino Unido 10.966 Tn, como destinos más destacados. Uno de los objetivos del sector del ajo en el capítulo de exportación es aumentar la penetración en mercados ya alcanzados, como por ejemplo Estados Unidos, que con la guerra comercial con China ha favorecido la exportación de ajo español a este mercado, o Canadá, con una situación similar.

En la última campaña se operó a precios razonables, aunque no son los que se esperaban al principio», avanza Julio Bacete, presidente de la Mesa Nacional del Ajo, que está convencido de que «todo apunta a que se va a llegar a final de campaña sin existencias». El balance de los expertos es positivo, destacando de manera unánime la calidad extraordinaria de todas las variedades. «De hecho, ya hay pocas existencias de variedades tempranas. Uno de los objetivos ahora es lograr aumentar el precio de la morada», asevera Bacete.

El sector reivindica atender a las diferencias de condiciones que se exigen respecto a los mercados no pertenecientes a la UE. «Las exigencias no son las mismas y eso desfavorece al productor español», comenta el director de la asociación nacional Anpca. El ajo procedente de China se importa a bajo arancel y es cuestionado por sus garantías sanitarias. Para los responsables del sector es «lamentable» que el ajo español no pueda alcanzar el precio que le corresponde por calidad y producción en los mercados internacionales. Asimismo, consideran que la mejor forma de combatir los obstáculos es «poner en valor la calidad y reestructurar la oferta de mercado».

Fraude
El ajo fresco puede estar entrando en el mercado de la UE como ajo congelado, esquivando pagar el impuesto extra de 1,2 euros por kilogramo establecido para el fresco fuera de contingente. La cantidad de derechos de importación evadidos podría ser significativa: 26,1 millones de euros solo en 2018, lo que se traduce en unas 21.775 Tn de ajo fresco chino que no habrían sido declaradas como tal.
La intención de la Asociación Nacional de Productores y Comercializadores de Ajo de España (Anpca) es «coordinar las acciones necesarias entre los diferentes países para presentar una posición única ante la Comisión y poder defender así la producción de ajo europea». Acuerdo al que se llegó a mediados de diciembre en una reunión en Piacenza (Italia), donde se puso de manifiesto el apoyo de todo el sector europeo del ajo a propuesta de España, cuyos representantes sugirieron la modificación de los códigos TARIC existentes con el fin de evitar posibles fraudes en la entrada del pro-ducto al mercado comunitario.

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