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La fresa cede terreno al resto de berries. BERRIES

La frambuesa, mora y arándano continúan arañando hectáreas a la fresa, un cultivo que lejos de anclarse productiva y comercialmente, busca nuevos argumentos con los que diferenciarse. Hablamos de precocidad, sostenibilidad y por supuesto, beneficios para la salud.

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Hace unos años, disponer de fresas en pleno mes de febrero era extraño, casi una anécdota. Sin embargo hoy, cuando publicamos este reportaje, son ya varias las miles de toneladas de esta fruta que recorren Europa en busca de los consumidores. Ahora levanten los ojos de esta revista, y miren hacia la calle, seguro que hace frío, ¿les apetece fresas o no sería más apropiado una naranja? Quizás el sector debería volver a apostar por los momentos centrales de la campaña, que es cuando mejor calidad puede ofrecer.

Esta reflexión, personal de quien escribe este reportaje, es también una verdad que está en boca de muchos productores y comercializadores del sector, pero que empujados por modas o tendencias, cada año siguen apostando por variedades precoces con las que llegar los primeros al mercado. Es cierto que el precio de esos primeros kilos de fresa en Europa se dispara (el valor de la exportación de fresa en enero de 2014 fue de 2,74 €/kg, mientras que en abril fue de 1,46 €/kg), pero el volumen exportado en esas fechas es mínimo. ¿Justifica esos niveles de cotización el cambio en el modelo de negocio que el sector está realizando hacia la precocidad? Ya el discurrir de las últimas campañas nos avanza que quizás esta apuesta excesiva por la precocidad no está arrojando los resultados globales deseados, pues esas variedades no tienen continuidad en calidad y producción durante el resto de la campaña.

No sería justo achacar esos malos resultados a la precocidad varietal, pues ésta ha permitido una comercialización más escalonada, eliminando en cierta medida la sobreoferta en determinados momentos de la campaña. Han sido también claves factores como la climatología. Las suaves temperaturas del año pasado provocaron un adelanto en Europa de las producciones locales, y como todos sabemos, si hay producción en países como Francia, Alemania o Reino Unido, la fruta española queda en un segundo plano. Frente a esto, poco se puede hacer… o mucho, según se plantee, pues ahondar en esa diferenciación puede ser nuestra baza.

El sector ha creado la Mesa de Trabajo de la Fresa, cuyo objetivo, entre otros muchos, es abordar problemáticas muy diversas, desde aspectos puramente técnicos a otros más comerciales, que contribuyan a crear valor, no sólo en la fresa, sino también en otras berries que están en alza. Defender la producción de Huelva frente a la competencia desleal de las producciones de países tanto comunitarios como extracomunitarios es uno de los retos que se marca este grupo de trabajo. Veremos esta campaña en qué se materializan esas buenas intenciones, y si tiene poder de actuación antes las administraciones.

Auge de las berries

Según datos de Freshuelva, en esta campaña 2014/2015 la superficie de fresa descenderá hasta las 6.340 has (-9,2%), mientras que aumentan las hectáreas de frambuesa (1.560 has, + 20%), moras ( 90 has, + 28,6%) y arándanos (1.470 has, +27,8%). Un dato a tener en cuenta es que estos tres cultivos tienen una mayor proyección en la zona de la costa occidental de Huelva, donde el sector cuenta con garantías de agua en superficie necesaria para su desarrollo.

Y es que este es otro de los hándicap a los que se enfrenta el sector, sobre todo en la zona del Condado. El retraso en la aprobación del Plan Especial de Ordenación de los Regadíos de la Corona Norte de Doñana limita la disponibilidad de agua superficial para el riego en esta comarca, manteniéndoles en una situación de alegalidad que no beneficia a nadie.

Producción sostenible

La sostenibilidad es otro de los puntos claves del nuevo sector de las berries de Huelva. Decimos nuevo porque poco tienen que ver las técnicas de cultivo y de comercialización que hoy se emplean con las que se usaban hace 10 años. Antes venían a comprar, nos dicen desde grandes entidades del sector, ahora somos nosotros los que salimos a vender, y claro está, es necesario desplegar toda una serie de argumentos que le hagan diferenciarse de los demás. La producción sostenible parece ser ahora la nueva carta de presentación, pero ya no sólo se busca la sostenibilidad medioambiental. Se está dando un paso más, con proyectos integradores donde al respeto al entorno se le suma también un especial cuidado por las personas que trabajan día a día en el campo cultivo, en la manipulación del producto, es decir, responsabilidad social. En Almería, nos comentaban que hay ya algunos clientes europeos que están realizando auditorias sociales a sus proveedores, voluntarias por el momento. Quién no dice que estás llegarán pronto a Huelva.

Todo esto es valor añadido con el que el sector trata de posicionarse en los mercados, que cuenta además con un nuevo argumento de diferenciación, como quedó reflejado en el Simposium Fresh & Life, celebrado en Fruit Attraction (Octubre 2014, Madrid): los beneficios que aportan estas frutas a nuestra salud. De forma muy tímida Freshuelva presentó hace unos años una etiqueta sobre el valor nutricional de las berries. Es ahora el momento de relanzar este proyecto, quizás de la mano de la futura IGP de la Fresa de Huelva, cuyas bases parece que se están asentando.

Muchos frentes abiertos, mucho trabajo por hacer en un sector con grandes oportunidades, líder en Europa, dinámico, emprendedor, y con capacidad de reinventarse.

 

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