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Medio siglo de alimentación en Cataluña

Por Claudia Vázquez Alarcón

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Toni Massanés, Director General de la Fundación Alícia, (que nace del acrónimo de las palabras Alimentación y Ciencia), especializada en innovación tecnológica en la cocina, presentó un análisis sobre la evolución de la alimentación catalana en estos últimos 50 años.
El presupuesto familiar dedicado a la alimentación ha sufrido un notable descenso del 38% en los años 70 al 15% en la década del 2010.
Las preferencias alimentarias han ido estrechamente ligadas a los aspectos socioeconómicos tales como la incorporación de la mujer al mundo laboral, la aparición de familias monoparentales. Hoy en día, el tiempo dedicado a las tareas de cocina es de casi 8 horas semanales para la mujer y de 5,6 horas para el hombre.
Barcelona es y continuará siendo una plataforma alimentaria que abastece a los barceloneses así como también a los cuatro millones de turistas que pasan cada año por esta ciudad (según datos ofrecidos por LabTurisme y la Diputación de Barcelona). Durante el renombrado evento tecnológico World Mobile Congress, la Asociación de Concesionarios de Mercabarna (Assocome) estimó que las ventas de productos frescos incrementaron hasta un 35% durante la semana de la feria, así como la langosta y el bogavante europeo cuyas ventas se multiplicaron por 10.

En los años 70:
Se nota mayor un consumo de la piña fresca en vez de la piña en lata. Consumo de endivias se extiende a más hogares. Llegada de las primeras cajas de kiwis.

En los años 80:
Aparición de las grandes superficies y del autoservicio. Rotura progresiva de los ciclos estacionales en el suministro de los alimentos.

En los años 90:
Mejora en el transporte y en la conservación de los alimentos. En 1992, un 32% de los hogares españoles tenía microondas, mientras que un 8% aspiraba a comprarlo.

En los años 2000:
Entran en el mercado la yuca y el plátano macho. Expansión del consumo de “calçots” (especie de puerro más delgado que se come asado para la época de primavera en Cataluña). Las comidas étnicas se popularizan. El consumo de legumbres cae de 20,2 gr diario por persona a 11,9 gr en 2006. Bayas de goji fueron lanzadas al mercado como superingredientes. “Antes las marcas alimentarias quitaban los ingredientes para dar valor a la comida, luego las quitaron, y ahora resulta que los mantienen y se dedican a explicarlos y se llaman Superalimentos”, replica Toni Massanés. Popularización de los alimentos funcionales.

Década de 2010:
Popularización de los superalimentos. El aguacate se convierte en fenómeno de moda. El consumo de legumbres vuelve a caer hasta 10,7 gr diario en 2010. Fenómeno “foodie” y auge de las tendencias alimentarias. Incremento de las fruterías en la ciudad.

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