Escribe para buscar

Necesidades de modernización de la hortofruticultura española

Roberto García Torrente. Director Negocio Agroalimentario de Grupo Cooperativo Cajamar.

Comparte

En la sociedad actual, los cambios de carácter económico se producen cada vez con mayor rapidez e intensidad. Los modelos productivos y empresariales de éxito y que han gozado de beneficios, transcurrido un determinado plazo, empiezan a sufrir las consecuencias de la creciente competencia y los desequilibrios de las cadenas de valor. Y en muy poco tiempo se ven sometidos a una presión sobre la rentabilidad que les puede llevar hasta su desaparición. Estas situaciones tienen lugar en igual medida en la agricultura como en el sector del comercio, el turismo o empresas de alta tecnología.

En el sector agrario, cuando se llega a una situación de crisis, se recurre con frecuencia a los poderes públicos para solicitarles su implicación y que pongan en marcha medidas paliativas que reduzcan el impacto de la pérdida de rentabilidad. Sin embargo, en contadas ocasiones se abordan medidas estructurales que faciliten la adaptación de las explotaciones a la nueva realidad.

Actualmente, el sector hortofrutícola está asistiendo a una profunda transformación que va a afectar tanto a la estructura de las explotaciones como a las empresas de comercialización. En ambos casos la tendencia nos lleva a empresas de mayor dimensión, más intensivas en el uso de tecnología y que automatizan todas las labores posibles. También encontramos una renovación del material vegetal con mucha más frecuencia. Y la relación entre producción y comercialización es cada vez más estrecha. Por un lado, las comercializadoras están invirtiendo en fincas productivas. Por otro, los agricultores establecen relaciones a largo plazo con empresas de comercialización, ya sea por su integración en cooperativas o mediante cierto nivel de asociación con empresas privadas.

Esta nueva estructura requiere de mayores niveles de financiación, tanto para abordar los proyectos de inversión como para hacer frente a crecientes necesidades de circulante. Y dado que los cambios se producen con mayor celeridad, los plazos de amortización se acortan para poder abordar al cabo de 8 o 10 años nuevas inversiones que vuelvan a renovar las estructuras.

El sector hortofrutícola español, que va desde la horticultura protegida a la citricultura, los frutales de hueso o pepita, la fresa o la cada vez más potente horticultura al aire libre, está realizando importantes inversiones, lo que ha permitido que las exportaciones de frutas y hortalizas se hayan incrementado un 21% entre 2009 y 2013. De la capacidad de seguir innovando va a depender que podamos seguir conquistando nuevos mercados.

Deja un comentario

Subscríbete a nuestra newsletter
Sé el primero en conocer las noticias diarias del sector hortofrutícola, directas a tu email
Suscríbete
Mantente informado, siempre puedes darte de baja.
close-link