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Precios altos en destino y escaso retorno para el agricultor. Cebolla y Ajo

La campaña 2012/2013 ha sido positiva para la cebolla y pésima para el ajo.

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Los sectores del ajo y de la cebolla presentan numerosas similitudes, ya que ambos destacan por la elevada calidad de sus productos, los altos costes de producción, y porque sus flujos de exportación e importación condicionan su precio en el mercado. Asimismo, el enorme diferencial de precios que existe entre el origen y el destino es otro elemento que les caracteriza.

Este planteamiento nos lleva a plantear los retos básicos que ambos sectores se han de marcar para seguir adelante: optimizar costes en busca de una mayor competitividad, aumentar los rendimientos, diferenciar la calidad de sus producciones aportándoles un valor añadido, reducir ese diferencial de precios y buscar la concentración para velar por el desarrollo de políticas proteccionistas, ya sea contra el ajo chino o la cebolla holandesa.

El Ajo, en declive

Pese a las condiciones favorables que auguraban una buena campaña, la realidad ha sido bien distinta. 2013 ha sido el tercer año consecutivo de resultados negativos que padece este sector. Los bajos precios registrados en origen marcaron la campaña 2012/2013 en todas las zonas productoras de España. Pero es un sector que pasa por diferentes ciclos, y aunque ha habido años cuyo futuro se ha cuestionado, se ha mantenido y seguido adelante. Así, haciendo un balance del último decenio, sólo se ha reducido la superficie cultivada un 16%, alcanzando actualmente las 18.800 has.

Al descenso en superficie debía acompañarle una bajada de la producción, pero no ha sido el caso ya que las nuevas variedades y técnicas de cultivo han mejorado el rendimiento, siendo en 2010 de 9,20 Tn/ ha. Aún así, el sector debe centrar sus esfuerzos en seguir aumentando su capacidad productiva, ya que el Ajo Morado, la variedad destacada de la principal zona productora, Castilla- La Mancha, obtiene poco rendimiento y su aumento podría significar un salto cualitativo en lo que a rentabilidad se refiere.

Pero el principal problema que ha venido arrastrando el ajo campaña tras campaña ha sido el gran diferencial de precios existente entre origen y destino, donde el MAGRAMA ha intentado arrojar un poco de luz con el estudio de la cadena de valor y de formación de precios del sector. Este análisis determina que el precio de venta al público del ajo supone un incremento medio del 205% en relación al que percibe el productor en una cadena de venta tradicional y del 501% si es moderna (gran distribución). Hay que tener en cuenta que los costes en el canal moderno son más elevados que los del tradicional porque el producto llega a destino con mayor valor añadido, lo que redunda en un mayor beneficio.

La cuestión es que hoy en día aportar un valor añadido es un factor clave en la decisión de compra, al igual que el precio, por lo que es necesario encontrar el equilibrio para ofrecer un producto diferenciado a un precio moderado, y por supuesto con un retorno justo para el agricultor.

Cebolla

La cebolla constituye la segunda hortaliza en importancia tras el tomate en la UE, donde España es el segundo productor con el 20% del volumen tras los Países Bajos, y ocupa el tercer lugar entre los principales exportadores mundiales en volumen y la segunda en valor. Una posición que ha mantenido en la pasada campaña gracias a la reducción de un 6% de la cosecha europea, que se produjo a causa de las lluvias primaverales. En España se mantuvo el volumen, lo que ayudó a incrementar sus exportaciones con respecto al año anterior en un 9% en volumen y un 1,6% en valor en el periodo de enero a septiembre según el MAGRAMA, ofreciendo buenos niveles de precio de este bulbo.

Quizás el reconocimiento de algunos sellos de calidad, como la IGP Cebolla Fuentes de Ebro y la Marca de Calidad de la Cebolla de La Mancha esté contribuyendo a poner en valor la calidad de este producto español en los mercados internacionales. Esperemos que el sector siga trabajando en la diferenciación.

Refiriéndonos al Estudio sobre el diferencial de precio entre origen y destino de la cebolla, el precio de compra en origen no llega a representar una décima parte del precio final de venta. Sin embargo, su precio en destino se multiplica por más del 1.000% tanto en el canal tradicional como en la gran distribución, lo que pone sobre la mesa el enorme incremento que sufre este producto hasta llegar al consumidor y el escaso beneficio que obtiene el productor. Resulta necesario reducir el número de intermediarios y aumentar la rentabilidad del agricultor para velar por el futuro del primer eslabón de la cadena.

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