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“Respetamos el entorno que hace únicas nuestras cerezas”. GRUPO ALBA

El Grupo Alba anima al sector a trabajar unidos para mejorar todo el proceso productivo y garantizar la máxima calidad y defender sus intereses en los mercados.

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El sector de la cereza ha alcanzado tal desarrollo que cada vez son más importantes y más profesionales empresas y cooperativas, en cuanto a volumen de producción y facturación. Pero esta dimensión no les ha hecho olvidar el entorno del que dependen sus producciones: el Valle del Jerte, con una estructura productiva familiar y una orografía que no les permite aplicar determinadas tecnologías. Para el Grupo Alba esto no es una desventaja, sino todo lo contrario: es el territorio el que marca las características y el sabor de La Cereza y la Picota del Jerte.
En nuestra visita por el Valle del Jerte hemos podido comprobar ese compromiso conversando con Miguel Muñoz, director técnico del Grupo Alba, que nos contaba que, como no se puede competir con cultivos más industrializados, este territorio debe trabajar más para lograr los mayores estándares. Y va más allá apelando a la unidad del sector desarrollando estrategias comunes para que esto sea una realidad. Por ejemplo, desde hace años se está llevando a cabo una renovación varietal para adecuarse a las demandas de los mercados y mejorar las cualidades organolépticas de la cereza, pero se está haciendo, según Muñoz, de forma desordenada, sin un criterio común. En su opinión este proceso debería desarrollarse de un modo organizado, en el entorno de la Denominación de Origen “porque eso nos beneficia a todos, además de incidir en las buenas prácticas agrícolas y un plan de formación homogéneo”.
Año de transición
La pasada campaña no fue buena. El sector sufrió pérdidas de en torno al 30% en muchas variedades. Fue un año complicado, con pocas horas frío, floración tardía y este año todo parecía que iba a ir mejor, hasta la última semana de marzo, cuando la lluvia, las heladas, el viento, e incluso la nieve, hicieron temer a los productores por los efectos que podría tener sobre la flor o las yemas. A la espera de los informes técnicos de campo, desde el Grupo Alba confían que no sea una situación tan difícil.
Esta incertidumbre no invita a realizar grandes inversiones, teniendo en cuenta, además, que esta empresa ya ha realizado un importante esfuerzo para dotarse de sistemas de Hydrocooling en algunos almacenes o mejoras en líneas de calibrado óptico. La renovación es constante, pero se hace con cautela para crecer de forma sostenible y sin sobresaltos.
La empresa comercializa cada año una media de 5.000 toneladas de cereza y picota tanto para el mercado internacional, donde exporta un 60%, como al nacional porque encuentran cada vez más demanda. El reto que tienen por delante es conseguir la mejor fruta para poder alcanzar cada vez nuevos destinos cooperando con el resto del sector porque es beneficio para todos.

Beatriz Peña.

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