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Sabor, pequeños calibres y más información para el consumidor

Tom Lombaerts. Chain Manager de Semillas Fitó.

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Como ya hemos comentado en artículos anteriores para la revista Mercados, una de las tendencias más claras en estos últimos años a nivel internacional en todos los productos hortofrutícolas es la necesidad de recuperar el sabor de nuestras frutas y hortalizas, que en algunos casos se había perdido. El melón constituye un ejemplo de ello y por este motivo, Fitó ha desarrollado variedades con sabor que despiertan el interés de las grandes cadenas europeas, las cuales dedican tiempo y recursos a su análisis y comparación.
Pero para las casas de semillas, la necesidad de ofrecer un buen sabor tampoco quiere decir que nos podamos olvidar de una exigencia mínima de larga vida: al final el melón tiene que llegar en óptimas condiciones a los supermercados europeos y ha de conservarse unos días en casa del consumidor. En resumen, una nueva variedad de melón encontrará un hueco en el mercado si combina sabor y poscosecha. Es importante resaltar que el sabor de un melón no sólo se mide por el nivel de dulzor, sino que es la combinación de una textura agradable, un buen aroma y una firmeza correcta.
Otra tendencia clara del mercado la vemos en los calibres de los frutos, que se han de ajustar a las unidades familiares de hoy en día. Muchas veces se demandan melones de alrededor de un kilogramo, que entra perfectamente en la nevera y es ideal para el consumo de dos personas en dos o tres días. El interés por melones con sabor y de menor tamaño se refleja sin duda en la introducción del melón Piel de Sapo pequeño en Europa. En este sentido, Semillas Fitó cuenta ya con una variedad como Campanu, un melón crujiente, con alrededor de 14º brix, que pesa en torno a 1,5 Kg y que aguanta sin problemas los días necesarios para ser vendido en toda Europa.
Para la comercialización del Piel de Sapo en los supermercados europeos es importante la creciente tendencia a dar información detallada de los productos a los consumidores en el mismo lineal de ventas. Muchas veces se encuentran ya carteles con explicaciones sobre la procedencia del melón, cuándo y cómo se consume o de qué manera detectar la madurez del fruto, educando así al consumidor. Con las variedades de Piel de Sapo, al ser su corteza verde, se asocia muchas veces fuera de España a un melón inmaduro, por lo que la información adicional ofrecida en el punto de venta es esencial para que el consumidor se interese por el producto.
En melón Amarillo, Fitó es desde hace años una referencia en variedades en el mercado europeo. Las ventas de otoño e invierno procedentes de Centro y Sudamérica son dominadas por Goldex, una variedad que combina a la perfección sabor y larga vida. Para la temporada de primavera y verano con producciones en el Norte de África y España, Fitó cuenta también con la variedad Fenicio, un melón Amarillo para siembras tempranas en Almería. Este último completa la gama de variedades que ya son referencias en el mercado en cada uno de sus segmentos: Nesta en Marruecos, Indalico y Malerva en Almería y Soleares en Murcia.
Una tarea pendiente hoy en día para la zona de Almería es contar con variedades de Cantaloup y Galia que se adapten a sus condiciones de cultivo y que permitan al consumidor volver a disfrutar de tales tipologías de melón. En esta línea, creemos haber dado un paso adelante con la novedad Solmarin, un Cantaloup larga vida que ha mostrado un buen comportamiento en invernadero en Almería en siembras tempranas y que tiene una calidad interna muy buena, algo indispensable a la hora de introducir novedades.n

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