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GROW marca la diferencia. FEDEMCO

Son envases que aportan un valor añadido a la fruta y verdura, realzando su frescura y su calidad y recordándonos su origen. Su imagen natural y tradicional se transmite en todo momento al producto envasado.

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Los productos GROW se han ido adaptando a lo largo de su trayectoria a las necesidades del cliente. Así, los envases de uno y dos kilos, han pasado a ser los formatos de madera más fabricados en España. Son embalajes que sirven de unidad de venta directa al consumidor y que dinamizan el comercio en las grandes superficies, siendo muy utilizados en las promociones.

Además, el continuo desarrollo de las técnicas de impresión permite su personalización, con imágenes de alta calidad de todo tipo de marcas y mensajes, convirtiéndolo en un medio perfecto para promover el producto envasado y poner en valor su origen.

Atendiendo a razones logísticas y de calidad, la estandarización de formatos, su perfecto apilamiento y paletización, su resistencia y buen comportamiento en cámara refrigerada en las exportaciones a larga distancia, son otras de las ventajas que presentan estos envases de madera. Su estudiado diseño permite una correcta ventilación del producto, conservándolo mejor y el sello GROW Quality garantiza esta calidad mediante ensayos en laboratorios.

Por otra parte, la producción del envase bajo unas buenas prácticas de fabricación e higiene como las de FEDEMCO, unido a las propiedades naturales antibacterianas de la madera, aseguran la protección e higiene en la distribución de los productos hortofrutícolas.

Finalmente, es necesario destacar el compromiso de la industria del envase y embalaje de madera con el medio ambiente. Así, la madera es un material respetuoso con el medio y además, la de Fedemco, procede de cultivos y bosques gestionados de manera sostenible, donde promueven el crecimiento y mantenimiento de los mismos.

En definitiva, el envase de madera GROW es sostenible y contribuye activamente a la reducción del cambio climático. De hecho, de acuerdo con un estudio realizado por la Agencia Estatal de Medio Ambiente de Francia (ADEME), es el envase que menor impacto ambiental produce en su ciclo de vida.

Esto es así porque los árboles absorben grandes cantidades de CO2 durante su crecimiento, uno de los principales gases causantes del calentamiento global, almacenándolo en la madera en forma de carbono y liberando oxígeno; una vez que termina la vida útil del envase, su fácil reciclado en otros productos como por ejemplo el tablero aglomerado, permite que el CO2 permanezca en ella, contribuyendo a la reducción del cambio climático.

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